El domingo nos dedicamos a patear el área de Iidabashi y Suidobashi. El maratón acabó en el templo Yasukuni, una especie de Valle de los Caídos japonés (en su interior están numerosas tumbas de los que lucharon por Japón tras la revolución Meiji, y al igual que el mausoleo de Franco, resulta triste y frío). Se hizo famoso por las visitas o "provocaciones" del ex ministro Koizumi en las que honraba a los héroes de Japón, con los consiguientes cabreos de chinos, coreanos y en definitiva cualquier país que sufriera en sus carnes el imperialismo nipón de los últimos dos siglos. En fin, Yasukuni resultó algo decepcionante porque aparte del templo principal, un jardín japonés y un museo (Yûshûkan, ya lo comentaré aparte porque tiene mucha miga), el santuario en cuestión está a años luz de muchos otros que visitamos en el pasado. Por suerte, teníamos al lado el parque del Budôkan (megaestadio de artes marciales) y los jardines imperiales, por lo que hicimos un 3 X 1 que nos mantuvo entretenidos horas y horas.
19 enero 2009
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